DIOS Y LA COMPLEJIDAD IRREDUCTIBLE

sábado, 11 de junio de 2011


El argumento de los sistemas de “complejidad irreductible”, inventado por Michael Behe, es uno de los más utilizados por los creyentes en un Diseñador Inteligente (D.I). Según estos creyentes, en la naturaleza se observan sistemas complejos como el ojo humano, el flagelo de las bacterias o la coagulación de la sangre que, por fuerza mayor, han debido de aparecer en un solo paso, mediante la intervención de un diseñador inteligente (Dios).

En realidad el argumento defendido por Behe no sólo presenta problemas, como en seguida veremos, sino que ni siquiera es novedoso. Ya en 1691, el naturalista y filósofo John Ray había señalado que el diseño funcional de todas las obras de la naturaleza evidencia que son “Obras creadas por Dios en principio, y por Él conservadas hasta este Día”. También el teólogo William Paley, en su obra Teología Natural(1803), plasmó su famosa analogía del relojero. Según Paley, si encontramos un reloj abandonado, la compleja configuración de las partes nos llevaría a concluir que todas las piezas han sido diseñadas para un mismo propósito y dispuestas para un uso concreto, y que alguna inteligencia superior debió hacerlo. Paley había observado que los animales y los vegetales también manifiestan síntomas del supuesto “diseño”, pues en el fondo son como piezas de una compleja máquina que interactúan para contribuir a la supervivencia del organismo. Por ejemplo, el pico de un pájaro carpintero es más duro que la corteza del árbol, de modo que puede utilizarlo para abrir agujeros en sus troncos. La dureza del pico, la rigidez de la cola o la longitud de su lengua representan, según Paley, piezas diseñadas con el propósito de ayudar al pájaro carpintero a obtener su comida favorita. Paley conjeturó que sólo un Creador Omnipotente podría ser este Diseñador Inteligente.

En lo que tanto Behe como Paley tienen razón es en que, ciertamente, muchos organismos exhiben un diseño complejo. Pero sucede que no se trata de una complejidad irreductible, surgida en un solo paso, tal y como señalaba el Génesis bíblico. Todo lo contrario. El diseño surge de manera gradual, paso a paso, acumulándose e impulsado por el éxito reproductivo de los individuos con elaboraciones más complejas cada vez. Por ejemplo, probablemente el ancestro del pájaro carpintero tuviera un pico más corto. Pero su descendiente pudo haber tenido un pico un poco más largo, pues hay que recordar que el proceso de “copias” no es perfecto. Con ese pico superior el pájaro obtuvo una pequeña ventaja con respecto a sus congéneres, por lo que incrementó sus posibilidades de supervivencia y, por ende, tuvo más descendientes que el pájaro típico. Además, estos descendientes ostentaban las mismas características ventajosas que su ascendiente, por lo que tuvieron mayores posibilidades de reproducirse. Luego, tras muchas generaciones, todos los pájaros contaban con picos más largos. A esto Darwin (1809-1882) lo llamó selección natural, y la selección natural es capaz de diseñar cualquier cosa, por muy compleja que parezca.

El propio Darwin, en su autobiografía, escribió:

El antiguo argumento del diseño en la naturaleza, tal como lo expone Paley, que antes me pareció tan concluyente, se viene abajo ahora que la selección natural ha sido descubierta. Ya no podemos argumentar que, por ejemplo, la hermosa charnela de una concha de bivalvo debió de ser diseñada por un ser inteligente, como la bisagra de una puerta construida por un hombre.

Cómo se puede apreciar el argumento de la complejidad irreductible presenta un importante fallo: la aseveración de que el sistema es “irreductible”. Y no es solo que prácticamente ningún científico apoya la hipótesis de Behe, sino que además existe abundante literatura científica en contra. Además, aun asumiendo la irreductibilidad de algunos sistemas, el no poderlo explicar mediante la acumulación de cambios graduales, tal y como propone la selección natural, no demuestra que la hipótesis de un diseñador inteligente sea correcta. Dicho de otro modo, si la teoría A es falsa, la teoría B no tiene por qué ser necesariamente verdadera. De hecho, Lynn Margullis ofrece una alternativa a la evolución gradual del flagelo bacteriano: la endosimbiosis.

Amén de todo lo dicho, el argumento del Diseñador Inteligente (Dios) presenta un problema –quizá– mayor todavía. Y es que si los casos de perfecta funcionalidad de algunos organismos sugieren un Diseñador Inteligente, ¿qué sugieren entonces las deficiencias, las imperfecciones o la crueldad?

Consideremos la mandíbula humana. Poseemos demasiados dientes en comparación con el tamaño de la mandíbula, de manera que debemos extraernos las muelas del juicio. ¿Son las muelas del juicio un ejemplo de diseño inteligente, o más bien incompetente? Consideremos el canal de nacimiento de las mujeres, demasiado estrecho para la cabeza de un niño, de modo que miles de bebés y muchas madres mueren durante el parto. ¿Otro ejemplo más de Diseño Inteligente? Yo más bien diría chapucero.

Consideremos también que la crueldad está impregnada en toda la naturaleza, llegando a veces hasta el sadismo más extremo. Tomemos como ejemplo las interacciones de apareamiento entre el macho y la hembra en algunos insectos y arañas. Un ejemplo muy conocido es el de la mantis religiosa que devora al macho después de finalizar el coito. Otro caso  también conocido es el de las avispas icneumónidas. Estas avispas ponen sus huevos en insectos vivos (principalmente orugas), pero no antes de haberlos paralizado. La oruga (o el insecto que sea) es mantenida viva mientras las larvas van creciendo dentro y comiendo lentamente las partes internas en un orden adecuado, primero los cuerpos grasos y los órganos digestivos, y luego el sistema nervioso y el corazón. También el biólogo español Francisco Ayala (1934) apuntó algo al respecto recientemente. Según el biólogo:  

El 20% de todos los embarazos acaba en abortos espontáneos durante los dos primeros meses, debido a que el sistema reproductor humano está muy mal diseñado. Si dios es el responsable de ese diseño, eso le convierte en el mayor abortista del mundo, que tiene que dar cuenta de 20 millones de abortos anuales. Si eso no es una blasfemia, no sé qué es.

¿Qué tipo de dios torpe y cruel es el responsable de todo esto? No desde luego un dios benevolente que se preocupa por sus obras. No desde luego el dios del amor y la misericordia del judaísmo, el cristianismo y el islam.

El filósofo inglés David Hume planteó magistralmente el problema:

¿Está Dios dispuesto a evitar el mal, pero no es capaz? 
Entonces es impotente. 
¿Es capaz, pero no está dispuesto?
Entonces es malvado.
¿Es capaz y está dispuesto?
Entonces, ¿por qué existe el mal?

Conclusión: la imperfección de muchas estructuras no es, en modo alguno, una prueba a favor de la existencia de un Diseñador Inteligente, sino una sólida prueba de la evolución. Aparte de esto, todo lo que usted acaba de leer no descarta la existencia de Dios, pero sí desmantela uno de los argumentos más utilizados a favor de su existencia.

2 comentarios:

Jack Astron dijo...

Me parece un artículo muy claro y completo.

La incompetencia del "creador" reflejada en sus obras imperfectas (más del 99% de las especies que alguna vez han existido ya se extinguieron) combinada con la crueldad tan común en el mundo natural (incompatible con un creador infinitamente bondadoso) desarman la hipótesis del divino artesano y lo relegan (en el mejor de los casos) al rol de un observador indiferente.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿Está Dios dispuesto a evitar el mal, pero no es capaz?
Entonces es impotente.
¿Es capaz, pero no está dispuesto?
Entonces es malvado.
¿Es capaz y está dispuesto?
Entonces, ¿por qué existe el mal?
Por el mismo hombre.

No puedo creer que no se den cuenta (podría propinar cierta cantidad de insultos no blasmemos de cómo son capaces de no ver esa realidad, pero no lo necesito). Existe el fuego, y puedes calentar la comida con él, o puedes quemar a alguien también. Dios no tiene la culpa de estas cosas. El hombre y sus propios deseos están en el fondo de todo. Todo lo demás son consecuencias.
Primero vean si "son buenos" y luego de analizarse, lean Romanos del 1 al 3, ahí van a ver lo que sucede actualmente.